Una obsesión generalizada de la mayoría de los aspirantes a tocar un instrumento es tocar más rápido. Es normal, cuando empezamos a tocar nos sentimos torpes y sentimos que no avanzamos, que hay partes que no nos salen bien y pensamos que el problema es que no tocamos lo suficientemente rápido, que no tenemos técnica con el instrumento, pero ¿en realidad es eso?
En este tutorial te voy a enseñar un método que a mí siempre me ha servido para ganar velocidad tocando. Si lo aplicas bien te servirá para ganar velocidad con cualquier instrumento.
Hay dos cosas que tenemos que analizar para ganar velocidad:
- Qué queremos tocar
- El ritmo
Si no tenemos claro qué es lo que queremos tocar y cómo tocarlo no vamos a poder ganar velocidad. Si queremos tocar un pasaje de, por ejemplo, cuatro notas tenemos que tener muy claro cómo ejecutar cada una de esas notas, qué camino hay que tomar para pasar de una a otra e incluso la intensidad con la que queremos tocar cada una de esas notas (recuerda que en un fraseo es normal que las notas suenen con distinta intensidad).
Por otro lado, tenemos que tener clarísimo la duración de cada nota respecto a las demás, si hay silencios de por medio y cuánto duran. Estamos hablando del ritmo.
Generalmente no hay dudas en cuanto a qué queremos tocar porque es lo primero que aprendemos. En el caso de la armónica sería qué nota es soplada o aspirada y en qué celda.
Donde la mayoría de la gente falla es en la segunda cuestión: el ritmo.
Para trabajar el ritmo y ganar velocidad necesitamos imprescindiblemente un elemento externo que nos dé la medida del tiempo. Estamos hablando del metrónomo.
El metrónomo nos va a dar la medida del tiempo. Podemos hacer que nos dé una medida por tiempo (a negras), una cada dos tiempos (a blancas), cada cuatro (a redondas), dos por tiempo (a corcheas), tres por tiempo (tresillos de corchea), cuatro por tiempo (semicorcheas). Tenemos varias opciones y debemos llegara dominar todas.
Dicho esto vamos a ver un método para ganar velocidad usando el metrónomo. Vamos paso por paso:
- Toca una melodía con la que quieras ganar velocidad a la velocidad que más cómodo te resulte. Te recomiendo que empieces con pasajes cortos de pocas notas y de uno o dos compases de duración.
- Pon el metrónomo a la velocidad a la que te sientas cómodo. Te recomiendo que pongas el metrónomo sonando a 4 beats por compás. Toca esa misma melodía, pero ahora con el metrónomo.
- Analiza si lo has hecho bien o no. No vale el “me ha salido más o menos bien” tiene que salirte perfecto. Si hace falta cambia la velocidad del metrónomo hasta que claves esa melodía.
- Tócalo en bucle. Como la melodía dura un compás tócalo de seguido.
- Baja la velocidad del metrónomo. No hay una norma, baja la velocidad hasta donde quieras. Sigue practicando y sigue haciendo que te suene bien.
- Baja la velocidad más. Sigue practicando y sigue haciendo que te suene perfecto. Haz que las notas te suenen con fuerza y duren todo el tiempo que tienen que durar.
- Baja la velocidad mucho más. hasta que llegue un punto en el que la melodía no tiene sentido pero que tú tengas muy claro.
- Sube la velocidad del metrónomo progresivamente hasta llegar al punto de partida. ¿notas diferencia de cuando empezaste con el ejercicio? Deberías sentir que tocas con mucha más confianza.
- Sigue subiendo la velocidad del metrónomo poco a poco hasta donde veas que te empieza costar tocar. Practica ahí.
- Baja un poco la velocidad y sigue practicando.
- Registra tu logro. Apunta en tu libreta la velocidad a la que has llegado. Es una marca que querrás superar en tu próxima sesión
- Vuelve al punto de partida y cambia la configuración del metrónomo para que suene un beat por compás y repite los pasos 9, 10 y 11.